Las empresas de autocares se han quedado seriamente tocadas por la pandemia sin viajeros a los que trasladar en circuitos turísticos hasta finales de la temporada de 2021 y con el transporte escolar suspendido de marzo a junio; el sector ha pedido prórroga de los contratos públicos para todo el curso 2020 y 2021.

Lo que iba a ser el mejor año turístico con ingresos estratosféricos se ha esfumado de golpe y solo quedan deudas y empresas familiares ahogadas, como en una versión tristemente actualizada del cuento de La Lechera. Sin actividad y con los autobuses parados, la quiebra técnica es absoluta al no haber ayudas directas para este sector. Lo denuncian las empresas.

Antonio Nadales, gerente de Autocares Barrero, en Sevilla, sobrevive a duras penas con su plantilla en ERTE y sacando dinero debajo de las piedras para pagar los préstamos de la compra de autocares de años pasados y recientes. Denuncia que los bancos no dan los créditos del ICO que se dijo.

La mayor parte del sector tiene elevadas deudas mensuales por los nuevos autobuses comprados ante la previsión de ese gran año de turistas que iba a ser 2020 con un 15 a un 20% más de contrataciones. En Autocares Barrero, con 14 vehículos, se embarcaron en la compra de otros 2, a razón de 260.000 euros cada uno. Así pues, la deuda mensual es de 4.500 euros. En todo el grupo (ASP Group) al que pertenece esta empresa los pagos del leasing superan los 200.000 euros al mes.

Los 12 empleados de la plantilla de Barrero están en ERTE de reducción de jornada y las nóminas del Sepe llegan con retraso.

El 60 a 70% de la facturación se lo llevaba el transporte discrecional y turístico que ha desaparecido. Les queda el transporte escolar, que reporta un 30% de ingresos, pero el problema es que son tres horas al día porque ya no ingresan el suplemento de las visitas por Sevilla. No cubren gastos.

La mayor crítica de este empresario es que la Junta se ha olvidado del sector del autocar en los 680 millones que ha anunciado en ayudas directas.

El gremio demanda que se amplíe a 18 meses la carencia en el pago del leasing por la compra de vehículos y que los préstamos ICO lleguen realmente al sector en la cuantía que se dijo porque lo que reciben de los bancos es un 10% de esta cantidad. “Hemos perdido la temporada alta de 2020 y vamos a perder también la de 2021 que es la primavera con Semana Santa y Feria y las celebraciones de mayo”, lamenta Nadales. De poco han servido las movilizaciones del sector en Sevilla y en Madrid.

La carencia de seis meses en los pagos de leasing y en los préstmos es insuficiente porque el Covid está durando más y va por ocho meses. “Los bancos iban a darnos préstamos ICO de 1,5 millones de euros por empresa y no lo dan. Al sector turístico los bancos lo tienen vetado como pasó con el sector de la construcción en la última crisis. Hace falta que el Gobierno nos dé ayudas u obligue a los bancos a que nos lleguen los préstamos ICO”, insiste Nadales.

 

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